Midiendo el Impacto de la Capacitación

Le preguntamos a Mariana Berruezo, Head Of Learning Strategy en Crezco.io, cómo medir el impacto de una capacitación. Nos abrió dos grandes panoramas, la evaluación del aprendizaje y la evaluación de la propuesta formativa, y nos compartió algunas ideas.

La evaluación es fundamental para medir la efectividad y el impacto de una capacitación en función del logro, el progreso o el cambio esperado en los participantes, y por supuesto para mejorar la calidad de la propuesta formativa para cubrir las necesidades planteadas. 

En el caso de las acciones de capacitación donde no hay interacción física, ni sincrónica y están mediadas por dispositivos tecnológicos, es necesario implementar métodos y estrategias de evaluación que se adapten a estos desafíos.

Para evaluar el grado de dominio en un tema o en una habilidad, existen dos grandes categorías:

  1. Evaluaciones formativas: revisiones informales que se realizan durante el curso o entrenamiento que permiten ajustar el proceso para alcanzar los objetivos de aprendizaje. En esta instancia los participantes tienen la oportunidad de demostrar lo aprendido, y la retroalimentación les permite hacer mejoras: repasar, volver a intentarlo, etc. Para adultos y en entornos digitales, son muy útiles las autoevaluaciones con preguntas cerradas y con retroalimentación inmediata, los famosos quizzes múltiple choice. Mejor aún si además se ofrece una evaluación antes de comenzar el proceso y se ponen en evidencia las áreas de mejora.

  2. Evaluaciones sumativas: son más formales y se realizan al final del proceso. Evalúan cuánto se ha aprendido en general. Pueden tener o no una calificación. Las recomendaciones para profundizar en el tema o continuar con temas relacionados que sean de interés suelen funcionar muy bien, más de lo que imaginamos. En esta instancia es importante el reconocimiento del desempeño y la dedicación: otorgar certificados, premiar la participación, hacer públicos los logros, etc. 

Para ambas categorías -siempre pensando en adultos y en entornos digitales- los quizzes cerrados son una excelente opción. Pero atención, hacer preguntas cerradas buenas, no es un juego de niños. Hay toda una técnica por detrás. Además, otros aspectos importantes a considerar son: enfocarse siempre en lo principal, no en un detalle ni en la memorización; y ser justos, difíciles sí, capciosos o tramposos no. Idealmente, siempre es mejor “situar” el ítem de evaluación en un caso de toma de decisión y no formular la pregunta cerrada de forma abstracta. Por ejemplo: Un trabajador se encuentra pintando el cielo raso de un almacén en una escalera tipo tijera.¿Cuál de las siguientes medidas de control es más eficiente para disminuir el nivel de riesgo?

Hasta aquí repasamos recomendaciones para la evaluación del aprendizaje en entornos digitales asincrónicos, repasemos ahora brevemente otros aspectos de la evaluación de la propuesta formativa. 

Una guía muy utilizada para esto es el Modelo de Evaluación de Patrick Kirk

Los primeros dos niveles están vinculados a la evaluación de los participantes: Reacción y Aprendizaje. Los siguientes niveles a la evaluación por parte de la empresa o centro de trabajo: Comportamiento e Impacto. En general esta segunda parte del proceso desafía a las compañías, demanda experticia y tiempos de dedicación que suelen desestimarse, pero vale embarcarse en una evaluación profunda de las propuestas de capacitación porque pone en evidencia el retorno de la inversión y los ámbitos de mejora sobre los que habrá que trabajar.

Para cerrar, y en relación a la evaluación del aprendizaje, Mariana destacó que la clave del éxito en entornos digitales radica en implementar evaluaciones bien diseñadas que permitan poner a prueba el dominio sobre un tema y que también promuevan la reflexión continua y apunten a mejorar el desempeño a largo plazo.

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