Cuatro técnicas para lograr que el entrenamiento sea inolvidable
¿Te acuerdas de lo que aprendiste en el curso de inducción a tu empresa?
Durante el entrenamiento inicial o inducción, las empresas buscan capacitar a los nuevos empleados lo más rápido posible, para que puedan comenzar a trabajar. Estas sesiones proporcionan una cantidad masiva de información en el menor tiempo posible. Este es un entorno perfecto para retener poca información, ya que las personas olvidamos gran parte de lo aprendido en cuestión de días. Este fenómeno se conoce como “la curva del olvido” que modela el ritmo exponencial con el que olvidamos la información aprendida.
Diseñar cursos efectivos con contenido memorable es un gran reto para muchas empresas. Existen métodos para revertir la curva del olvido y hacer que la información sea memorable. Estos cuatro métodos pueden ayudar a hacer que el entrenamiento sea memorable y efectivo:
1. Explica la importancia y objetivos del entrenamiento para el trabajador
Para superar la brecha en el aprendizaje, es crucial resaltar los objetivos del curso para los trabajadores y describir las habilidades que adquirirán al completar el entrenamiento. Por ejemplo, en un curso sobre manejo de cargas, se enfatiza la importancia de dominar las técnicas adecuadas para el manejo de cargas. Es fundamental evitar centrarse únicamente en exponer los riesgos de lesiones y sus consecuencias. Recuerda que los objetivos deben centrarse en las habilidades que el trabajador adquirirá al finalizar el curso, en lugar de lo que el curso pretende enseñar.
2. Ofrece conocimiento en “microdosis” con una habilidad o concepto a la vez
Mejorar el entrenamiento implica presentar información en dosis pequeñas y simples para facilitar su comprensión. Es útil repetir conceptos clave con regularidad. Además, el uso de preguntas y cuestionarios mantiene a los empleados activos durante el entrenamiento, lo que permite a los instructores corregir respuestas incorrectas y proporcionar retroalimentación al instante a través de la plataforma educativa. Repetir los conceptos clave durante el entrenamiento y compartir un resumen al final, te permitirá asegurar que los puntos más importantes sean recordados.
3. Aterriza el contenido en situaciones o casos reales
Las historias reales o casos prácticos pueden ser herramientas poderosas para potenciar la memoria y el aprendizaje. Permiten ordenar y estructurar la información de manera significativa, lo que facilita su retención y aplicación. Al conectar nuevos conocimientos con experiencias previas, se fortalece la comprensión y la retención del aprendizaje. Por ejemplo, al utilizar situaciones reales o imágenes específicas del entorno laboral durante el entrenamiento, se logra una mayor relevancia, lo que ayuda a visualizar escenarios reales y mejorar la retención de la información.
4. Recordatorios fuera del “aula” o “estudio”
Los posters, carteles o señales en pantallas pueden ser una forma económica y efectiva para recordar conceptos importantes. Estos materiales deben ser relevantes y exclusivos para los trabajadores. En lugar de simplemente advertir sobre qué no hacer, como si fueran señales de seguridad, deben captar la atención para generar impacto. Por ejemplo, en lugar de tener un cartel que recuerde a los trabajadores “cómo cargar cajas de forma adecuada", muestra a un trabajador que sufre una lesión en la espalda y no puede jugar con sus hijos el fin de semana. Esto ofrece el “por qué” detrás de la capacitación sobre cargas manuales. Para que estos recordatorios sean efectivos, es importante mantenerlos actualizados. Si se deja el mismo poster o cartel colgado durante mucho tiempo, se volverá parte del “paisaje” de las instalaciones y los trabajadores dejarán de prestarle atención.
La capacitación efectiva va más allá de simplemente transmitir información; implica conectar, involucrar y hacer que el aprendizaje perdure. Al emplear estrategias que aterricen la información en la realidad del día a día, proporcionar dosis manejables de conocimiento, y reforzar la importancia de cada lección, las empresas pueden cultivar un entorno de aprendizaje continuo. Con estos métodos a tu disposición, la capacitación puede transformarse de una experiencia pasajera a un proceso perdurable que mejora el desempeño y fortalece la contribución de cada individuo al éxito de la empresa.